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Ariel es blancura

Foto del escritor:  Vlad Tapas Vlad Tapas

Anoche llegamos al puerto del pireo. El más grande y con más tráfico del Mediterráneo, eso dicen.

Según la guía sólo hay 2 hoteles aceptables aqui. Uno de superlujo y otro mas o menos estándar que ha sido el elegido. El resto están descritos como sitios cochambrosos frecuentados por marineros. Tiene pinta que son por horas, y hasta ahí diré.

Elegimos pernoctar aqui porque el ferry a Paros sale a las 7:25 y hay que estar una hora antes.


Así que solo una vuelta para cenar alrededor del hotel. Encontramos 2 restaurantes con terraza y música en directo, grandes éxitos griegos, supongo.

Además preparaban el suvlaqui en una parrilla en la terraza misma, todo estaba decorado con lucecitas. Vamos que parecia la verbena de cualquier pueblo. Eso sí, ha durado hasta las 2 de la mañana, Co-creta da fe del mal aislamiento acústico del hotel


Después de 4 horas en ferry llegamos a la isla de Paros.




Equipados con un Nissan micra del año 2000, sin dirección asistida, hemos empezado a recorrer la isla por sus pueblecitos blancos, dignos de un anuncio de detergente y de la envidia de cualquier influencer.


Hemos visitado Naousa, Pródromos , Marpissa y Piso Livadi. Si, Pródromos .

Son pueblos de casas blancas con puertas y persianas azules. Callejuelas estrechas y enrevesadas.



Aquí ya no hay mitología que valga, ni ruinas. En el más conocido que es Naousa miles de cuquitiendas chulas y restaurantes copan sus edificios. Pródromos y Marpissa no son costeros y son más auténticos. Un saludo al café Bizancio de Pródromos , hemos pasado 5 veces por delante y Google nos ha pedido que lo reseñemos. 5* Coca-Cola 1,80€.


Entre pueblo y pueblo por supuesto hemos avituallado de manera adecuada a lo que viene siendo estar en una isla.



Por la tarde, un resto hemos plantado nuestros Kardashianeados oráculos en la playa de Kolimpetres. Allí a falta de escaleras han decidido continuar con la vida vigorexica jugando con unas palas. Aunque hay testimonio gráfico del encuentro Federer-Djokovic tengo prohibido publicarlo.



El último tramo del día lo hemos reservado para la capital de la isla, Parikia. Con su largo paseo marítimo lleno de bares y restaurantes.



Hoy estoy parco en palabras así que el post es cortito.


Mañana otro madrugón, penúltima estación.

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