Bueno pues nos vamos recogiendo que es tarde.
Estos dos últimos días los hemos intentando dedicar al relax, la calma y el descanso.
Desde Oia, pusimos rumbo hacia la gran urbe, Megalochori, otra de igual nombre que al lado de Kalambaka. Ciudad de estrechas callejuelas donde creímos quedar atrapados con el coche. De nuevo los edificios blancos con ventanas y puertas azules dominan las fotos.
Un poco estresante para el conductor. Así que decidimos que ya está cubierto el cupo de pueblos de Ariel y fuimos a una playa volcánica llamada Pervoloz. Objetivo reposar y que Co-Creta torrara su bechamel.
La tarde noche decidieron pasear por el pueblo de Ammouidi con sus 300 escalones de bajada y posterior subida. Yo como ya parezco una Kardashian preferí el partido del betis.
Nuestra última cena en Santorini nos dejó el descubrimiento de una nueva bebida, la "melonada", una limonada que según la experta que las ha ido bebiendo por toda Grecia, estaba hecha con melon.
El último día ha sido de sesteo, piscina y la viita a Fira, capital de la isla. Es como el resto de pueblos pero con más gente y vistas a la caldera del volcán que genero Santorini.
Y aquí estamos en el avión, tristes y melancólicos por otro viaje que se acaba, y sin ganas de volver al trabajo.
Hasta pronto.
Quiero un tupper de melonade!! Con un poco de Ginebra o alguna otra cosa flojita