Día 1 en Ekaterimburgo y 8 del viaje.
Queridos polvofollowers :)
Hay cosas viejas, antiguas, vintage... pero lo del baño del tren que nos ha traído a Ekaterimburgo está ya rozando lo tétrico y dantesco. Los polvorones lo tenemos claro: a ese tren le faltaban unas buenas manos de Cillit Bang pero con kalavnikov, aunque hay quien ha dicho que “en peores plazas había toreado”.
Yo solo puedo decir una cosa: gracias toallitas y champú en seco...con vosotros cambió todo.
Más allá del asco del baño, que recordaba al clásico “agua va”, viajar en tren por Rusia es toda una experiencia. En esta ocasión, nuestro acompañante ruso resultó ser un gran compañero de viaje. Todavía recuerdo la cara del pobre hombre cuando abrió la puerta del compartimento y se encontró a los tres polvorones escuchando en ese momento a Rafael. Menos mal que ya habíamos terminado de cenar nuestro jamón serrano porque ya hubiera sido una escena muy a lo Paco Martínez Soria.

Era altísimo y no sabía, por supuesto, nada de inglés pero dejó constancia de sus habilidades al subirse a la litera de arriba de un salto. Yo creo que en sus años mozos competía con una pértiga o algo así. Si no, no lo entiendo. Y es que este país tiene grandes deportistas y seguro que también una buena cantera: las alturas de las duchas son aptas solo para grandes saltadores y muchos de los pasos de cebra tienen temporizadores tan cortos que solo los Usain Bolt del momento pueden superar con holgura. Nosotros lo tenemos ya controlado.
Al llegar al hotel, previa parada en un bar para tomar el café no radioactivo y conocer a la Jackie Chan rusa, casi lloramos de la emoción: ¡baño y ducha limpia! Qué verdad más grande es esa de que “no se sabe lo que se tiene hasta que se pierde”. Y ya ni os cuento la emoción cuando nos han dicho que había servicio de lavandería en el hotel

Una vez limpitos, aseados y alguno con colonia echada nos pusimos rumbo a conocer Ekaterimburgo, la ciudad en la que perdió la vida el último zar y su familia. Vimos más catedrales, casas-palacetes, enormes lagos... y gente con rasgos más diferentes (aunque siguen siendo igual de exagerados para abrigarse que los de San Petersburgo, Moscú y Kazán... van con abrigo y gorro con más de 20 grados). La verdad es que somos un poco atracción para ellos porque por aquí no se ven turistas.




También subimos a las alturas para ver una panorámica de la ciudad, tal y como sugirió una lugareña a rosco de vino mientras que coqueteaba con él. Hay prueba gráfica del momento, pero necesito pasar primero por el VAR para publicarla.

Espero que no se me olvide nada importante. Mañana seguiremos por aquí y pasaremos la primera de las tres noches seguidas que tenemos que hacer en tren para llegar a Omsk, Novosibirsk y Krasnoyarsk.

Seguiremos informando. Por cierto, ¡Bravo a nuestra selección de baloncesto! Que estamos lejos, pero nos enteramos de to.
Me parto con el blog!! Los abrigos siempre son necesarios que en la estepa siempre refresca 😉
La duchita... https://youtu.be/FR_Wfi6SXf0 Esta no la tenemos puesta en la lista de reproducción del viaje
Cambio de hora... imposible :(
Vete a mimir, q hoy estás en hotel!
Jejejeje gracias 😊