Los polvorones estamos que nos desmoronamos de la pena. El viaje de 25 días llega hoy a su fin, pero tenemos aún tantas historias por contaros que este blog seguirá alimentándose.... aunque ya desde España. Esperamos, queridos polvofollowers, que nos sigáis como hasta ahora y que continuéis participando porque vuestros comentarios nos han alegrado mucho las horas de tren.
Tras una noche por la calle de los fantasmas en la que terminé con los labios al estilo Yola Berrocal por culpa de las brochetas que comimos de picante con algo de carne (sí, picante con carne -no al contrario-, porque en este caso el orden de los factores sí altera el producto) y comer un helado que parecía sacado de unos dibujos animados, hoy era el turno de continuar la ruta de los templos.
Hemos comenzado la jornada viendo el templo de los Lamas, el principal monumento budista de Beijing. Allí hemos compartido metro cuadrado con cientos de chinos que acompañados de unos palitos de incienso rezaban sin cesar a todos los budas y se acercaban a las figuras tántricas envueltas para ocultar que se estaban apareando como loquis. Por cierto, entregaban el incienso pero al mismo tiempo requisaban los mecheros... a mí que me lo expliquen. Una vez hechas las coñas pertinentes sobre que este es el templo para orar a Manolo Lama, nos hemos encaminado al templo de Confuncio. De ahí mi ‘confución’ que luego os contaré.
Allí hemos respirado cierta paz entre tanto bullicio pekinés y hemos seguido aprendiendo costumbres locales:
1. Cuando los chinos van al baño en más de un 90% de los casos hacen un 3x1. Es decir, orinan, gargajean y escupen a la vez en el mismo retrete/urinario. Eso no impide que posteriormente sigan haciendo “un pa fuera lo malo” en sendas ocasiones. De hecho, creemos que es contagioso como los bostezos: si uno lo hace al segundo se escucha a otro que se anima a sacar los pollos del corral.
2.Todo cartel informativo tiene su sentido. Polvorón de almendra se percató del cartel de la foto y en menos de un minuto... nos encontramos con que estaban poniendo a una niña a hacer pipí en una papelera. Lo mejor es que la puerta del baño estaba al lado.
Después hemos ido a la Torre del Tambor y a la Torre de la Campana atravesando uno de los famosos hutongs, las calles más tradicionales de la ciudad. Y aquí fue cuando ya totalmente me entregué al furor chino: qué torsos. Caminábamos por las callejuelas y se entremezclaban los gargajos con los olores de las comidas, los pitidos constantes de todos los trastos con motor que conducen, los cantautores espontáneos y ellos... los “hombretones” con el torso descubierto... ¡Qué momento! (sarcasmo modo on). Qué ‘confución’ la mía.
Por la tarde, tras comer en un Subway que lucía curiosamente la bandera china y la de la URSS y regatear un poco en uno de los mercados... entramos al Parque del templo del Cielo para adentrarnos en el ocio chino.
Nos vamos ya de China con muy buen sabor de boca (pese a las cerdadas que os he contado antes). Ahora mismo estamos en el aeropuerto esperando y ya hemos pasado los controles, después de estar esperando tres horas para poder facturar. Y cuando pensábamos que era nuestro turno y que íbamos a perder de vista (hasta Madrid, esperemos) la mochila... resulta que se les atasca la cinta que las transporta. Fue entonces cuando la tecnología china empezó a funcionar. Y es que no hay nada como unas patadas y unos golpes con la mano de un operario. Increíble. Después de otro rato ahí nos ha tocado además del control normal, otro de pies... pobrecillos. No saben lo que hacen. Aunque seamos limpitos... después de 25 días de viaje nada bueno puede salir de eso.
En fin, son ahora mismo las 00:40 horas aquí y nos esperan aún casi 17 horas hasta llegar a Moscú y a casa. Cuando llegue a Madrid y vea a la gente sonarse los mocos con pañuelos voy a llorar.
Estad atentos ante los futuros spin off que iremos publicando. Muak.
Lo de la niña haciendo sus cosas en la papelera... Podría ser peor, como por Alonso Martínez, Moncloa o cualquier zona de botellón sábado noche. Dicho esto... Con el baño al lado, tiene tela. Os habéis pegado un superviaje, nos vemos por Madrid!
Uyuyuy no se que decirte! :)
Hubiese sido un buen souvenir, no?😉
Mis ganas... Jajajajajajajajaja (no las hice no vaya a ser que corriera el riesgo de ponérmelas en bucle en Espana...) 😂
Foto de torsos a la de ya!!