Tercer día Moscú. Sexto día de viaje. Primer día pre-mugre

Dejamos el hotel tras preguntar si tienen cosigna, nos dicen que si, y después dejamos los mochilones (a los que a partir de ahora denominare menhires) debajo de las escaleras. Tras una larga fila rodeados de nuevo de chinos entramos al mausoleo de Lenin, donde reina el silencio, y donde por supuesto nos vuelven a llamar la atención. Polvoron de limón con móvil en mano desafiando a lo que no sabía si era un guardia o una estatua.

Después, de camino a a la iglesia del Cristo salvador

donde también el guardia nos ha dicho en un perfecto español “no fotos”.

Después nos dirigimos a la calle Arbat, una de las más famosas calles comerciales de Moscu

donde hemos presenciado nuestra primera actuación policial en Rusia, llevándose detenido a un homeless que no hacía más que tirar basura a una impoluta calle peatonal. El señor en cuestión no ha ofrecido resistencia, así que ha sido algo bastante tranqui.

Luego hemos ido al Gorky park, algo más apartado del centro donde los moscovitas tienen un tesoro verde, con pistas de varios deportes (incluido petanca) y sendas ciclables. Antes de volver hemos visto una fuente-espectáculo de música clásica incluso con rusitos bailando (igualito que en España, “maluma baby”).

Recogemos los menhires, que seguían intactos debajo de las escaleras y decimos adiós a Moscú ya con cierta nostalgia, nos ha encantado.

Ya vamos en el tren y hemos hecho un amiguito ucraniano con un inglés tan bueno que lo entiende hasta servidor. Primera cena en el tren con bocatas de salchichón patrio, que también ha encantado a nuestro amigo ucraniano.

Mañana Kazán (según alguno de los polvorones, programa para reconocer cualquier canción).

Seguiremos informando con regularidad