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Buscadores involuntarios de noticias

Foto del escritor: MichiCHIgan MichiCHIgan

Somos gafes. Anteriormente ya contamos cómo surgió el nombre de este blog y cuáles estaban siendo los principales preparativos para esta gran aventura. Y una vez ya entrado en materia… es el momento de sincerarnos. Porque sí, somos gafes. Allá donde vamos coincide con algún evento y en esta ocasión no iba a ser menos.

En Eslovenia estuvimos cuando la cerveza y las bengalas volaban por los aires al imponerse a Serbia en el europeo de baloncesto en 2017 (dos países, como veis, sin apenas antecedentes históricos…). Cuando fuimos a Bosnia hicimos parada en Múnich en plena OktoberFest y compartimos avión con viajeros que tenían la cara más blanca que la pared de mi casa… y aún así conseguían ligar con las azafatas. Eso ya es de profesionales. En Japón mis compis de viaje aterrizaron en pleno tifón y uno de ellos -al que llamaremos a partir de ahora rosco de vino- lo hizo, incluso, dormido (también es de profesional). Y yo viví un terremoto “interesante” en el país nipón mientras mi smartphone no paraba de tratar de alertarme con pitidos insoportables y unas parrafadas de texto (en japonés) considerables: ver cómo bailan los edificios de lado a lado en Tokio no tiene precio. Pero esto son solo algunos ejemplos…

Y en Rusia, Mongolia y China… ¿qué puede pasarnos? No me lo quiero ni imaginar. A falta de un mes para empezar el viaje ya sabemos que estaremos en Moscú en plenas elecciones municipales. Unos comicios que ya están dando bastante que hablar a juzgar por las noticias que van llegando… y hasta aquí puedo leer (o escribir). También vimos ayer que había habido alguna explosión en arsenales militares en Siberia. Por otro lado, la guerra comercial entre EEUU y China se agudiza hasta el punto de devaluar la divisa (yuan). El tema de las monedas da pie para otra entrada del blog… tenemos que bautizarlas para acordarnos de ellas. Estoy cruzando los dedos para que Trump pierda su móvil esos días y deje de darle al twitter durante unos días. Vaya mundo…

Y esto es solo el principio. Algunas veces no sé si es mejor ir a los destinos informados de las tradiciones/costumbres que tienen o dejarnos caer y que todo vaya sucediendo. Os resumo algunas de las que he ido leyendo últimamente para que os vayáis haciendo una idea de lo que digo:

-Es frecuente que lugareños rusos entren en tu compartimento del tren y se sienten en tus sábanas y cama para comer cuando les da la gana.

-Es típico que compartan su vodka durante los trayectos (independientemente de la hora)

-En muchos trenes no hay cafetería y las estaciones se llenan de vendedores ambulantes para ofrecer sus productos. Habrá que hacer un buen análisis DAFO (debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades) para ver qué compensa más: si morir de hambre o correr el riesgo de tener un intestino alegre en un tren en el que compartes baño con a saber cuánta gente.

-En muchos trenes no hay ducha, así que seré principal accionista de compañías de toallitas higiénicas o íntimas (no sé cómo se llaman).


Un sinfín de anécdotas que seguro que nos harán pasar un mal rato en el momento, pero que merecerán la pena si luego podemos recordarlas con cierto humor.



1 Comment


 Vlad Tapas
Vlad Tapas
Aug 13, 2019

Apunto alguna coincidencia más -Llegar a Hiroshima el día mundial de la Paz (impresionsnte). -Milan en la semana de la moda, con Djs en las tiendas que abrían toda la noche y parecían discotecas. -Nueva York. Intentar ver un partido de los Nicks, que anuncien el fichaje de Carmelo Anthony y se desate una locura y suban el precio hasta miles de dólares. Seguro que faltan. Ire ampliando

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