De Villaconejos

Seguimos con nuestra particular ruta happy-musical. Hoy hacemos mención especial a quien haya incorporado a la playlist la canción "Arcoiris" de Peppa Pig. Has comprendido el espíritu que implicaba participar.

La Selva Negra, tiene muchos pueblecitos bonitos, hoy hemos recorrido una pequeña selección de ellos.

El primero ha sido Baden-Baden, que tiene la particularidad de ser el único nombre que somos capaces de recordar.

Es una ciudad balneario desde tiempos romanos donde va la gente de dinero.

Por supuesto la canción de inicio fue, El balneario (Un pingüino en mi ascensor). La ciudad está llena de palacetes y 2 balnearios y un casino pijo.

Es conocida por ser la ciudad más cara de Alemania, así que no encajabamos mucho entre las tiendas de Versace, Gucci y demás. No hemos podido jugar en el casino esta vez. El precio de las termas 35 lereles cada día.

La segunda parada ha sido el pueblo de Gengenbach, lease con pronunciación de Arévalo, Guenguenbag.

Un pueblo de cuento. En él se inspiró o rodó, ( varía según la fuente), Tim Burton para la película de Charlie y la fábrica de chocolate. El autocorrector cambia el nombre a Tim Butrón que me mola mucho más.

En fin que el pueblo se puede fotografiar entero, dicen que es el más bonito de toda la Selva Negra y de momento lo parece.

Aquí nos cogió la hora de comer, carne con cebolla preparada de tres formas y spaetlze (una especie de espaguetis de patata) 🤤.

Vuelta a la carretera y de camino en Ortenberg, hemos visto un castillo en una montaña y hemos puesto dirección a el.

Después de subir por el puerto de categoría especial, resulta que es un albergue juvenil privado y no hemos podido entrar. En un risco aislado con cuestas.... tenedlo en cuenta para las vacaciones de cualquier hij@ problemátic@.

Descendimos nuestro Tour para dirigirnos a Schiltach, otro pueblecito de cuento, pero esta vez plagado de cuestas empedradas como las del castillo.

Y así hemos echado el día.

Mañana a ballenas...